Dormir suficiente y tener buena calidad de sueño d es esencial para la salud y el bienestar. Mientras dormimos, nuestro cuerpo hace cosas importantes. El cerebro trabaja para hacer conexiones, retener información importante y eliminar información que no necesita. Otras partes del cuerpo también trabajan para reparar tejidos y células, reforzar el sistema inmune y ayudar a niños y adolescentes a crecer y desarrollarse.

 

No dormir suficiente o dormir mal puede:

  • Hacer más difícil prestar atención, aprender y recordar
  • Debilitar nuestro sistema inmune haciendo más probable que nos enfermemos o nos recuperemos menos rápidamente de una enfermedad
  • Afectarnos emocionalmente, hacer más difícil entendernos con los demás o sentirnos emocionalmente conectados

Con el tiempo, no dormir suficiente puede contribuir a una presión arterial elevada, diabetes, derrames cerebrales, ataques cardíacos, obesidad, depresión y trastornos de ansiedad.

 

Cuando estamos muy ocupados y tenemos muchas preocupaciones puede ser más difícil dormir suficiente y dormir bien. En momentos de estrés el organismo humano necesita descansar y repararse. A continuación figuran algunas cosas que puedes hacer para que tanto tú como tu familia duerman bien.

  • Tener una rutina para dormir: Ir a acostarse a la misma hora y despertarse a la misma hora cada día ayuda a preparar al cerebro y el organismo para dormir. Esto es especialmente importante para los niños. Además de ir a acostarse y despertarse a la misma hora, pueden ser útiles otras rutinas como ponerse ropa para dormir, cepillarse los dientes o leer un libro. Recuerda ir a acostarte con tiempo suficiente para poder dormir la cantidad de horas necesaria.
  • Apagar las luces: La oscuridad estimula al cerebro a producir melatonina, una hormona que nos deja somnolientos. Trata de que la habitación en la que duermes esté tan oscura como sea posible.
  • Evitar la cafeína: No consumas bebidas con cafeína, como café, té negro o gaseosa en la tarde o al atardecer.
  • Hacer ejercicios: Hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día ayuda a dormir bien. Puede tratarse de caminar rápido, bailar, andar en bicicleta o realizar una actividad deportiva.
  • Consumir menos líquidos: Consumir menos líquidos o dejar de consumirlos unas pocas horas antes de ir a dormir hace menos necesario levantarse durante la noche para ir al baño.
  • Evitar comidas pesadas. Una comida pesada cerca de la hora de ir a dormir puede hacer más difícil dormirse porque el organismo trabaja para hacer la digestión y produce ciertas hormonas que convierten los alimentos en energía.
  • Evitar ciertos alimentos: La comida con mucha grasa, con mucho queso, frita o picante puede causar indigestión o reflujo que hace más difícil dormir. Los alimentos con un alto contenido de azúcar pueden generar cambios en el azúcar de la sangre, lo que puede hacer que se duerma peor.
  • Evitar las bebidas alcohólicas: Si bien las bebidas alcohólicas pueden dar sueño, después de beberlas por lo general se duerme peor y uno se despierta con más frecuencia. Esas bebidas pueden también empeorar la apnea del sueño u ocasionar reflujo.
  • Pasar menos tiempo frente a una pantalla: Hay estudios que indican que pasar más de dos horas mirando televisión, un teléfono móvil, juegos de video, computadoras u otros aparatos electrónicos en la noche puede hacer que no se duerma bien. Los expertos recomiendan pasar menos tiempo frente a una pantalla en la tarde y dejar de hacerlo por completo por lo menos una hora antes de ir a dormir.

Seguir aunque sea unos pocos de estos consejos puede ayudarte a dormir mejor y mejorar la salud y el funcionamiento general tuyo y de tu familia.